Georges Méliès, nacido en el boulevard Saint-Martin (París) el 8 de diciembre de 1861, fue uno de los primeros personajes dedicados a la cinematografía.
INICIOS
Ya de joven, le empezó a llamar la atención el mundo del espectáculo: durante su estancia en Inglaterra se interesó por el ilusionismo y a la vuelta a París intentó entrar en la Escuela de Bellas Artes. Sin embargo, estaba atado al negocio familiar y no pudo seguir el camino que deseaba hasta que su padre se retiró del mundo del calzado y dedicó el dinero obtenido a comprar un teatro: el "Robert Houdin", en 1888. En este teatro, se escenificaron, principalmente, espectáculos de ilusionismo (con decorados, trucos y maquinaria creados, la mayoría de las veces, por el propio Méliès).
CINE
Con el paso del tiempo, decidió dedicarse al cine. Destacan los trucos que utilizaba en sus películas: sustitución de elementos mediante el parado de la cámara, exposición múltiple del negativo (doble sobreimpresión) y fundidos a negro y desde negro.
Fue utilizando algunas de estas técnicas como elaboró su obra maestra, "Viaje a la luna". Méliès invirtió mucho dinero en esta película, pero quien obtuvo ganancias fue Thomas Alva Edison (sus técnicos consiguieron copias de la obra y la distribuyó por toda Norteamérica).
VIDA DESPUÉS DEL CINE
Esta falta de ingresos, combinada con algún que otro negocio fallido, le llevaron a la ruina. De hecho, se vio obligado a vender sus propiedades e irse de Montreuil.
Fue más tarde, en el quiosco de su nueva mujer en la estación de Montparnasse, donde se reencontró con el director de Ciné-Journal. Este hombre y otros amigos consiguieron rescatar la figura de Méliès y, en 1931, fue reconocido con la Legión de Honor por toda su trayectoria.
A continuación os dejo la obra maestra George Méliès, a día de hoy reconocido como precursor del cine de espectáculo y fantasía.
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